
Para algunos, los graffitis son un nuevo estilo artístico que utiliza
la calle para expresar nuevas inquietudes. Para otros, es un tipo de
vandalismo inaceptable que sólo consigue ensuciar el espacio urbano.
Pero ¿qué pasaría si los graffitis limpiaran los muros en lugar de ensuciarlos?
El conocido como “reverse graffiti”
propone una nueva filosofía de arte urbano, que además quiere advertir
sobre el peligro de la contaminación: el dibujo emerge limpiando la
suciedad de las paredes.
Uno de los artistas más conocidos de esta variante de graffiti es el brasileño Alexandre Orion, quien muestra contenido político y crítica social en sus dibujos.
En 2006, Orion creó la intervención bautizada como “Ossario” en uno
de los túneles de Sao Paulo. “Cuando se construyó el túnel, era
amarillo. Cada día que pasaba veía como sus paredes iban cubriéndose de
hollín”.
Durante 13 noches se dedicó a quitar selectivamente la suciedad con
trapos y pedazos de ropa. Cuando terminó, el resultado dejó a la vista
su obra: Orion había convertido el túnel en una gran catacumba ocupada
por numerosas calaveras dibujadas en sus paredes.
“Decidí utilizar la limpieza como una técnica porque quería mandar un
mensaje, y no había otro modo de hacerlo: el concepto tiene que
determinar la técnica.
“Limpiar no es delito. El delito aquí es el daño que se le está haciendo al medio ambiente y a la vida misma”.
Su lucha
Como ya se esperaba, el Estado no consintió que se preservara la
instalación, por lo que una brigada municipal limpió el hollín del
túnel, borrando así su obra.
“Ahora el delito cambió de nombre: censura”, se lamenta Orion.
Lo asombroso del caso es que la brigada sólo limpió la parte donde el
artista había pintado, dejando el resto de los muros aún cubiertos de
gris.
Como si nada hubiera pasado, Orion volvió a ocupar su sitio en su
taller urbano, y siguió con sus creaciones todo a lo largo del túnel.
“Cuando volvieron por segunda vez, lo limpiaron todo entero”.
Después de borrar esta intervención, se limpiaron todos los túneles de la ciudad, pero al poco tiempo se volvieron a ensuciar.
A pesar de las adversidades con las que se encuentra, Orion tiene
claro su propósito: “Sería demasiado presuntuoso aspirar a cambiarle la
mentalidad de la gente. Sólo quiero que recuerden aquello que están
tratando de olvidar”.
La batalla para salvar el medio ambiente continúa en pie, y como
demuestra Alexandre, los graffitis siguen siendo una manera de buscar
una solución.
Fuente BBC Mundo