domingo, 14 de octubre de 2012

Graffiti vs publicidad

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Graffiti es una palabra un tanto gastada hoy en día. A cualquier cosa hecha con un spray se la llama graffiti, a cualquier cosa pintada en una pared se la llama graffiti, incluso a cualquier imagen con estética urbana, independientemente de su soporte, se la llama graffiti. La calle es la galería pública del artista urbano. Mucha gente no entiende el graffiti porque piensa que nada tiene derecho a existir y más aún las autoridades piensan así de esa manera porque dicen que no genera una ganancia, lo que, por cierto, hace que su opinión no tenga valor. Mucha gente se asombra cuando ve o escucha la palabra Graffiti y que cataloga a esto como el comienzo de la decadencia de la sociedad. Quienes realmente ensucian nuestros vecindarios son las grandes compañías que garabatean inmensos eslogans en edificios y medios de transporte público, tratando de hacernos sentir mal si no compramos lo que venden generando también contaminación visual ya que en nuestra urbe se encuentra contaminada con demasiadas cosas como el smog de los automóviles viejos, las custers, combis asesinas, etc. El Graffiti muchas veces transgrede la ciudad de una manera muy sutil, pero la publicidad llega a veces a ser tan invasiva que ya visualmente te contamina y te satura, generando demasiado ruído en la calle y/o avenida. Las grandes publicidades o las grandes empresas esperan poder gritarnos sus mensajes en la cara, sobre cualquier superficie posible, pero nosotros no tenemos permiso para responderles. 

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Pero lo más curioso es que el graffiti como lenguaje es hoy en día es considerado como un lenguaje usado por la publicidad, la televisión, el diseño gráfico y los videojuegos. Las grandes empresas quieren acaparar el mercado, un mercado potente y que va en crecimiento: el mercado juvenil, ¿pero como llegar a ellos?, se preguntan muchos...

La solución al problema es el graffiti como lenguaje, es así como muchos de ellos se cogen de muchos de los símbolos del graffiti para poder vender sus productos.
Pero hoy en día, en el caso de Lima, mucho de nosotros (los artistas urbanos), nos quedamos con menos espacios para pintar y hacer un poco de arte en la ciudad, ya que en cada sitio que vamos encontramos las vallas, o en cada distrito que vamos estan los serenos impidiendo el proceso de darle color a la ciudad. En conclusión, la gran diferencia que puedo decir que hay entre el graffiti y la publicidad es que todo artista urbano o graffitero tiene la misión de darle COLOR A LA LIMA GRIS, cosa que muchas veces no genera la publicidad, la que más bien genera contaminación visual y saturación.

"Algunos se convierten en policías porque esperan hacer del mundo un mejor lugar. Algunos se convierten en vándalos, porque esperan hacer del mundo un lugar con mejor vista."
—Fragmento del libro Banksy, Wall and Piece.





Fuente: El Comercio

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